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ANECDOTAS EN ARCO 2010

22 febrero 2010


El acto de palpar una escultura o una instalación lleva a que los galeristas tomen la medida de poner folios blancos con una leyenda en letras mayúsculas: "¡No tocar!".

Así tuvo que actuar la galería barcelonesa Estrany-De la Mota, tras notar que en la instalación "La revolución de los cómics" de Francecs Ruiz faltan cinco cómics, indicaron a Efe los galeristas.

La pieza, que vale 12.000 euros, es mostrada en una versión muy reducida con 60 copias de los 2.000 cómics que originariamente tiene la instalación, con la que se reinterpreta y "tunea" la novela gráfica homónima de Scott McCloud.

En el caso de la galería italiana Fabio París, que expone en la sección de nuevos medios "Expanded Box", su lucha es porque la gente no intervenga en los cuatro vídeos que exhibe en tres pantallas.

Las videocreaciones, que se venden entre 7.500 y 15.000 euros, son piezas cerradas que reproducen "performances" de artistas en el mundo virtual de Second Life; de ahí que no se pueda interactuar con ellas en la feria.

Pero hay visitantes que lo intentan y cogen los ratones que están al lado de las pantallas pensando que pueden intervenir en los vídeos hasta que se encuentran a su lado al galerista Fabio París que les dice amigablemente: "¡no, no, no!".

Lo mismo le ha pasado a la galería mallorquina Sala Pelaires con una obra de arte sonoro del valenciano José Antonio Orts valorada en 32.500 euros.

La instalación sonora consta de ocho micrófonos que registran el movimiento de las personas que pasan por delante de ellos y esas ondas son reproducidas finalmente en notas de xilofón a través de ocho tubos de fibra de carbono.

La escena de pánico se produce cuando niños de corta edad cogen los micrófonos o se meten entre los tubos mientras los miembros de la galería tratan de salvaguardar el estado integral de la obra.

Por su parte, la visita al expositor de la galería ADN se ha convertido en una peregrinación desde que la feria abrió sus puertas al público general.

Los visitantes han acudido en masa a hacer fotos y posar junto a "Stairway to Heaven", una escultura del artista madrileño Eugenio Merino, que causó polémica el primer día de feria cuando la Embajada de Israel en España protestó por su exhibición.

La obra, que representa a un musulmán orando arrodillado, con un sacerdote católico encima de él, también de rodillas, y sobre éste, de pie, un rabino, se vendió ese mismo día por 50.000 euros.
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Origen:Diario ABC

1 comentarios:

Mar de Color dijo...

A mí también me ha gustado este artículo y lo he puesto en mi blog! y es que cómo le explicas tú a un niño que no juegue... Y la gracia que le habrá hecho al que se haya mangado los cómics!!!