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EL ARTE CONTEMPORANEO HA MUERTO

27 enero 2011


por Bruno Marcos
Nada tiene que ver con la hegeliana muerte del arte sino con el puro desgaste de lo político. Por doquiera que el arte contemporáneo ha pasado un rastro de malestar queda. Tal vez sea que nos hemos hecho mayores y que decimos con Rimbaud: "Hay que ser absolutamente modernos". Precisamente hasta ese verso del pobre muchacho ha sido malinterpretado por los modernos y los postmodernos. Hay que ser absolutamente moderno viene cuando Arthur asegura: "Ahora puedo decir que el arte es una tontería". Es decir, ser moderno es olvidarse del arte como de una chiquillada juvenil que padecimos. Eso mismo suscriben las urgencias de la crisis económica y pandémica.

Todas las estructuras del arte contemporáneo se construyeron en los últimos años en romántico idilio con el escaparatismo político ahogando cualquier opción no afín. Hoy están siendo desmanteladas a marchas forzadas, sin que términos fetiches como cultura, arte o contemporaneidad ,sirvan a nadie para escapar del derrumbe.
Los gestores, los comisarios, los directores, los críticos y hasta los guías de museo se echan las manos a la cabeza porque todo van a ser recortes. Pero, ¿ha fracasado el arte contemporáneo o toda la industria que se había creado alrededor de él? Seguramente las dos cosas. Lo más curioso es que los que manejan el cotarro aferrados a oropeles pasados no muestran la mínima solidaridad social. Mientras muchos ven menguado su salario y otros se van al paro los agentes de lo artístico piden que no se les recorte el presupuesto porque sin derroche su castillo de naipes se va al suelo.
Origen:Los Onirocriticos

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