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ASI SE PREPARÓ LA RETROSPECTIVA "JOAQUIN SOROLLA 1863-1923"

12 julio 2009

Desplazamientos en vaporetto, traslados en camiones a 20 grados o seguros con clausulas de terrorismo, han sido algunas de las claves del montaje de esta magna exposición.

Más de 100.000 visitantes en el primer mes, explosión de color, 101 obras y 14 paneles de gran formato son algunas de las pinceladas que se pueden trazar a vuelapluma de la exposición Joaquín Sorolla (1863-1923). La mayor retrospectiva del pintor valenciano que exhibe el Museo del Prado y que estará abierta al público hasta el 9 de septiembre.

Todos estos rasgos son sobradamente conocidos, pero, ¿cómo han llegado las obras hasta la pinacoteca madrileña? ¿De dónde proceden? ¿Cuántos camiones y aviones han hecho falta para el traslado? Estos y otros muchos interrogantes los ha resuelto para "La Gaceta" la jefe de Área de Exposiciones del Prado, Karina Marotta.

Un delicado transporte

"El traslado de las obras", comenta Marotta, "es muy particular. El transporte se hace con una empresa especializada en obras de arte, que cuenta, tanto con un personal especializado capaz de 'manipular' delicadísimamente cada obra, como con los materiales especializados adecuados. Los embalajes son muy específicos. Por decirlo de una manera grosera, introducir una obra de metro y medio por metro y medio en uno de ellos puede costar entre 800-1.000 euros.

El rompecabezas de los seguros

Para que los prestadores cedan sus obras un requisito esencial es un buen seguro. “Los que se han contratado para esta exposición cubren todos los riesgos posibles, habidos y por haber, imaginables e inimaginables. Basta ilustrar esta idea con la cláusula más difícil de cubrir, la más cara y la más complicada: la de terrorismo, que además, tras el 11-S y el 11-M aquí es algo que nos piden muchos prestadores particulares y museos, y que está incluida para las obras de esta exposición. Pero también se cubren otras contingencias más comunes como robo, rotura de cristal o descabalamiento”.

Puesta a punto

Con bastantes obras, apunta Marotta, se han realizado tareas de restauración. “De hecho, muchas de ellas, procedentes de colecciones privadas y museos pequeños, se han traído con antelación para esta tarea. También se han hecho limpiezas superficiales de obras de coleccionistas privados, porque los barnices estaban un poco oxidados y le daban tonos amarillentos a los cuadros.
Junto a esto, se ha hecho mucha tarea de enmarcado, en el que también ha habido trabajos especiales como El baño del caballo y Santa en oración.
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Origen:"La Gaceta"

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