Primero fueron sus piernas y después sus brazos. Poco a poco su cuerpo se fue quedando inerte por una extraña parálisis que sólo permite moverse a sus ojos. Pero la tecnología y el tesón le han permitido a este hombre, residente en Jerusalén, escribir, componer música y ahora pintar.
Todos sus trabajos se exhiben ahora en una sala de Jerusalén, donde los visitantes pueden admirar el milagro de este pintor. Sentado frente a su ordenador, un software le permite pintar con el movimiento de sus ojos. Aunque los temas de sus obras son variados, muchos de los expuestos son surrealistas. También ha dado vida y color a los temas de la biblia. En total 33 pasajes del Antiguo Testamento que pueden contemplarse en el Teatro de Jerusalén.[+]
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